Ya he escrito sobre piratería informática, de nuevo se vuelve a
reavivar el debate a causa de un twitter de una chica que decía: "Me he descargado
“Un monstruo viene a verme” y
quiero verla ya, pero quiero verla con mis amigas", a lo que responde Juan Antonio Bayona, director de la película: "Así de impune y normalizada se desenvuelve la
piratería entre una generación que cree hacer algo correcto y tener todo el
derecho a ello".
Yo
también me he bajado “Un monstruo viene a
verme” y otras películas
más, las veo en casa, con mi esposa, además me bajo otros
contenidos y pese a lo que dice, no me considero un pirata, ni tan siquiera siento que cometa la más
pequeña de las faltas, los motivos de esa ausencia de “pecado” es el hecho de
que cuando contratas Internet, ya sabes y si no lo sabes te lo cuentan que en la red
de redes está todo o casi todo, es cuestión de saber buscar, y yo creo saber. Pese a lo
que se pueda creer o lo insinúe el Sr Bayona y muchos como él, Internet no sale
gratis, todos los meses hay que pagar a la compañía distribuidora de la red un dinero que se mete íntegramente en su bolsillo y, lo que es peor, los medios nos informan que el Internet que se recibe es de mala calidad, que está por debajo de la media Europea, también se ha de actualizar el ordenador con todo lo que lleva consigo, pantalla, antivirus, impresora, altavoces, etc..., no, no me sale gratis, ¡¡Ah!!, olvidaba el gasto de luz que consumen todos estos instrumentos, no podemos decir que sea barata. ¿Que seria Internet sin contenidos?.
Mantengo
que es más fácil denunciarnos de piratas y hacernos llorar por la perdidas económicas de estos creadores: cineastas, escritores, músicos, etc…, que llamar ladrones y piratas a Telefónica, Vodafone, Orange y eso sin meternos con las
grandes multinacionales Americanas (AT&T) o, las que están más de moda, las Chinas; por cierto, empresas, las españolas, que ponen parte de sus beneficios en "Paraísos Fiscales", de esto no se habla o se hace con sordina.
Tampoco miran mucho por ellos mismos, los creadores, en un momento determinado, alguien quiso
ahorrar costes y aumentar ganancias, sin imaginar consecuencias de la digitalización que hace más fácil introducir los productos culturales en la red de redes; tras todo esto, ¿la culpa la tenemos los
consumidores de Internet?.
No
señor Bayona, seguiré bajándome música, cine, libros mientras no sea un delito y, hoy por hoy, siendo para uso personal no lo es y, mientras pueda, seguiré pagando la
factura a la empresa que distribuye la red de redes y a la empresa que me da energía, si no lo hago, me cortan la linea y la luz y no podré acceder a esos
contenidos, ellos tienen la sartén por el mango, ¿por qué no batallan y empiezan denunciando a las grandes y medianas
empresas de telecomunicaciones?, exijan sus derechos como creadores a todos
aquellos que ponen los medios y cobran por ello, pónganse en huelga de no escribir, de no crear, nosotros no
somos nada más que consumidores finalistas y como tales pagamos. Quieren hacernos ver
que en Internet todo es gratis, es MENTIRA, LO PAGAMOS Y CON CRECES, el mundo se ha globalizado, las tecnologías nos inundan, vivimos en un mundo digital y algunos lo han olvidado y ya que hemos hablado de "paraísos fiscales", ¿que ocurre con los "paraísos informáticos"?, ¿también tenemos culpa los consumidores?.
Para terminar, pónganse de acuerdo los artistas si están o no conformes con esa "piratería" que denuncian, ya que no son pocos los que la apoyan y animan a los internautas a que escuchen gratis su música o que lean sus libros y poemas en Internet, ¿son menos artistas?, ¿son menos creadores?, seguramente estos no están subvencionados ni los premios a los que acuden están "amañados".
Para terminar, pónganse de acuerdo los artistas si están o no conformes con esa "piratería" que denuncian, ya que no son pocos los que la apoyan y animan a los internautas a que escuchen gratis su música o que lean sus libros y poemas en Internet, ¿son menos artistas?, ¿son menos creadores?, seguramente estos no están subvencionados ni los premios a los que acuden están "amañados".
